Saturday, March 18, 2006

...y el frío que tuve.

No había nada más que hacer .Nada más que decir, pues sabía que ya no podría él comprender mi estado de profunda decepción .
Me había dicho que golpeó a su hija , y me dijo las razones de ello; pero para mí no había razones, ni justificación alguna para empujar a una pequeña niña -su hija, frágil e indefensa - y arrojarla lejos.

Yo no puedo amar a un hombre así -me dije- .
Para mí eso no había sido sólo un incidente, pues hay hechos que vienen de la estructura profunda, conductas que no se presentarán en todas las personas, porque, afortunadamanete, la crueldad no se aloja en el corazón de todos los seres humanos.

Y desde aquel minuto, todo cuanto hizo junto a mí, en el pasado y en el presente, fue leído por mí con otros ojos. Y aparecía como otra persona, entonces.

Y el frío que tuve, fue por haber comprendido que en realidad nunca lo había amado.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Creo que a veces el frió es una condición para poder vivir el calor en todo su esplendor. Ese calor sofocante que a veces nos envuelve entre su sequedad y su carencia de humedad. Ese calor que tuerce hasta la mas grande. Finalmente explicar el frío o el calor es sólo una falacia en la que caigo a menudo, pues ¿quien puede decir cual es la temperatutra exacta de una frezca briza primaveral? las estructuras de medición se deshacen en sus propios intentso por atrapar la realidad TAL CUAL ES.

cuando hace frío, hace frío.

4:56 PM  

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